Por Patrick Bornhardt Daube*

Pentecostalismo y pietismo en Alemania: la declaración de Berlín (1909) y las reacciones a ésta

SEGUNDA PARTE

En la primera parte, contextualizamos y compartimos la traducción de la declaración de Berlín (Berliner Erkärung) que líderes de la asociación comunitaria de Gnadau (Gnadauer Gemeinschaftsverband) y de la Alianza Evangélica Alemana (Deutschen Evangelischen Allianz – DEA) hacen en 1909 condenando el incipiente movimiento pentecostal que nació dentro de sus círculos, bajo el liderazgo de Jonathan Paul. También se compartió la traducción de la respuesta de la asociación de Mülheim (Mülheimer Verband). Estas declaraciones marcan la división dentro del movimiento de renovación en Alemania entre pietistas y pentecostales.

Recién en 1996, con la declaración conjunta de Kassel (Kasseler Erklärung), se da oficialmente este conflicto por superado entre la Alianza Evangélica Alemana (DEA) y la Unión de Iglesias Libres Pentecostales (Bundes Freikirchlicher Pfingstgemeinden o BFP). En esta se constata el acercamiento que se ha tenido y la BFP reconoce oficialmente los lineamientos de la DEA. Se reconoce la importancia de los dones, ministerios y frutos dados por el Espíritu Santo, pero al mismo tiempo se les pone bajo la autoridad de la Escritura y se limitan algunas expresiones, explicitándose algunas que son propias del movimiento neoapostólico o apostólico-profético. Desde entonces, el trabajo de comunidades pentecostales dentro de la Alianza Evangélica Alemana ha ido en aumento.

En enero de 2009, a 100 años de la declaración de Berlín, la asociación comunitaria de Gnadau y la asociación de Mülheim también realizan una fraterna declaración conjunta. Se constata el creciente trabajo común y se promueve que siga creciendo, reconociendo que comparten una teología conforme a la Biblia y a la Reforma, reconociendo también el fructífero espacio común que tienen en la Alianza Evangélica.

Al final encontrarán la traducción de las 2 declaraciones[1]:

  • LA DECLARACIÓN DE KASSEL (1996)
  • Declaración conjunta de la asociación de Gnadau y la asociación de Mülheim (2009)

Me llama la atención que las declaraciones no hagan mención alguna al movimiento carismático dentro de la EKD, que también debe haber creado varios puentes en el camino. Tendré que estudiar un poco más la relación que en Alemania puedan tener la renovación carismática, los grupos pietistas y los pentecostales.

Las 4 declaraciones compartidas nos abren puertas a realidades que deberían ser más valoradas, tanto del cristianismo alemán y europeo, como del pentecostalismo global y las raíces pentecostales.

 

EL PIETISMO COMO RAÍZ DEL EVANGELICALISMO Y EL PENTECOSTALISMO

En la PRIMERA PARTE hice una corta mención a Philipp Jacob Spener (1635-1705), que a partir de influencia luterana, mística y puritana, da forma programática al movimiento pietista en el siglo XVII, principalmente con la difusión de los escritos de Johann Arndt (1555-1621).

Este movimiento de renovación exhortaba a retomar a Lutero y a completar la Reforma. La Reforma del siglo XVI puso la Biblia al centro de la teología, pero fue el Pietismo del siglo XVII el que puso la Biblia al centro de la vida de los fieles. La Reforma del siglo XVI puso la Biblia como autoridad de la Iglesia en vez de la jerarquía clerical, pero fue el Pietismo del siglo XVII el que logró que el laicado se empoderara y que se viviera realmente el sacerdocio universal de los cristianos. El pietismo puso énfasis en la relación personal con Jesucristo por encima de cualquier doctrina o institución religiosa, puso énfasis en el arrepentimiento y la conversión, en la devoción doméstica, en el trabajo diacónico-social, en la evangelización, etc. Lo característico del Pietismo fueron las collegia pietatis (asambleas de piedad o conventículos), grupos o círculo pequeños de edificación mutua en que los laicos oraban, leían la Biblia y servían a la Iglesia. La Biblia era expuesta por laicos, cuestión que era revolucionaria en aquél tiempo. El movimiento pietista también ha impactado considerablemente en la conformación de un Estado social en Alemania.

Además de esto, el Pietismo permite un gran intercambio entre luteranos, reformados (calvinistas) y radicales (anabautistas), corrientes que hasta entonces estaban completamente separadas. La Iglesia de los Hermanos es un fruto de aquél intercambio entre pietistas y radicales.

También ha de considerarse la relevancia del Pietismo para John Wesley (1703-1791) y el metodismo. El historiador Justo Gonzalez, por ejemplo, comienza hablando de Wesley a partir del encuentro que tiene con los pietistas moravos camino a Giorgia, a bordo del navío Simmonds:

Al principio, todo fue bien en el viaje, y el anglicano [Wesley], hombre de intelecto excepcional, aprendió suficiente alemán para poder comunicarse con aquel extraño contingente de hombres, mujeres y niños que se dirigía hacia tierras desconocidas para dar a conocer el evangelio.

Pero tras algún tiempo de travesía el tiempo cambió, y una fuerte tormenta azotó al navío. […]. El peligro se hizo inminente cuando el palo mayor se quebró, y el pánico hizo presa de los pasajeros y hasta de la tripulación. Pero el grupo de moravos, sin dejar de cantar himnos y con una ecuanimidad sorprendente, logró calmarlos a todos. Pasado el peligro, los moravos le dijeron al ministro anglicano [Wesley] que la razón por la cual podían comportarse de tal modo era que no le temían a la muerte. El pastor, que hasta ese momento se había considerado buen cristiano, comenzó entonces a dudar de la profundidad de su fe.[2]

Luego de esta experiencia, Wesley trabajó junto a los moravos en USA e Inglaterra, y fue junto a ellos que vive la experiencia del “corazón ardiente”, durante una reflexión en torno al prefacio de Martin Lutero de la Epístola a los Romanos. Así mismo, Wesley tuvo una estrecha relación con otros Pietistas, entre los que destaca Johann Albrecht Bengel (1687-1752). Existe, entonces, una estrecha relación entre Pietismo y el Metodismo. No solo en la raíz del Metodismo, sino también hacia el Pietismo posterior. Si vemos las distintas raíces que la asociación de Gnadau declara en su sitio web, hacen mención explícita a la Reforma y a Lutero (s. XVI), al Pietismo (s. XVII), al movimiento de renovación en que se destacan Ludwig Hofacker (1798- 1828) y Johann Heinrich Wichern (1808-1881) (s.XIX), así como a la influencia anglo-americana del Metodismo y el Movimiento de Santidad (s.XIX).

Otros dos referentes imprescindibles del Pietismo son August Hermann Francke (1663-1727), quien hace de la Universidad de Halle el principal centro del Pietismo en Alemania; y el Conde von Zinzendorf (1700-1760), quien recibe en sus tierras a los Hermanos Bohemios y reconstituyen la Unitas Fratrum o Iglesia Morava, Iglesia que ya he mencionado en relación a Wesley. Zinzendorf y los moravos son reconocidos como iniciadores del evangelicalismo y el movimiento misionero mundial, enviando cientos de misioneros por el mundo luego del avivamiento en Herrnhut el 27 de agosto de 1727, conocido como el Pentecostés Moravo. La comunidad morava en Herrnhut, bajo el liderazgo de Zinzendorf, vivió una dramática transformación en la que “aprenden a amarse los unos a los otros”. Esta transformación la atribuyeron a la visita del Espíritu Santo, acompañada de profecías, visiones, glosolalia y sanidades[3].

El don de sanidad fue parte del ministerio de algunos pietistas, destacándose Johann Christoph Blumhardt (1805–1880) y su hijo, que en ocasiones también efectuaron exorcismos. Igual cabe mencionar la existencia de movimientos proto-pentecostales entre luteranos de otras partes de Europa, como en Finlandia con el avivamiento bajo Paavo Ruotsalainen (1777-1852) y el movimiento Laestadiano, llamado así en honor a Lars Levi Laestadius (1800-1861). Ambos avivamientos fueron acompañados por el hablar en lenguas y otros dones como predicación extática, visiones, etc.[4]

También hemos de destacar la importancia del trabajo misionero de los pietistas en África y Asia, a partir de quienes hubo importantes avivamientos entre la población indígena ya en el siglo XIX, con potentes expresiones pentecostales o carismáticas. Así mismo, el luteranismo en aquellas latitudes tomó un carácter fuertemente carismático hasta el día de hoy, teniendo las Iglesias más grandes y de mayor crecimiento de la Federación Luterana Mundial.

Queda clara la importancia del Pietismo como raíz del Pentecostalismo, mucho más allá del particular caso del pastor Paul y Mülheim. Se nos acaba el espacio para mencionar más casos y entrar en mayor detalle, así que como enlace a las declaraciones reconciliadoras entre pietistas y pentecostales en Alemania, quiero despedirme con las palabras del mismo August Hermann Francke, al informar en 1692 sobre experiencias extáticas de ciertas mujeres en Alemania central[5] con visiones y audiciones, que luego predicaban la pronta venida del Señor. Podrían considerarse palabras proféticas a favor del avivamiento pentecostal de dos siglos después, palabras proféticas en contra de la Declaración de Berlín:

“Hay quienes le atribuyen esto al demonio o a la simple naturaleza. Que lo hagan si quieren. Yo sostengo que es Dios quien ha comenzado de esta forma a manifestar sus milagros, y que prorrumpirán de forma aún más gloriosa.”

 

LA DECLARACIÓN DE KASSEL (1996)

(KASSELER ERKLÄRUNG)

Declaración conjunta de la directiva principal de la Alianza Evangélica Alemana (Deutschen Evangelischen Allianz – DEA) y de la presidencia de la Unión de Iglesias Libres Pentecostales (Bundes Freikirchlicher Pfingstgemeinden – BFP).

Estamos agradecidos de que haya crecido la confianza, tras las abiertas conversaciones entre representantes de la Alianza Evangélica Alemana (DEA) y de la Unión de Iglesias Libres Pentecostales (BFP). Siendo, además, que en muchos lugares se ha dado un buen trabajo conjunto, publicamos conjuntamente la siguiente declaración:

  1. La BFP se adscribe absolutamente a la declaración de fe de la DEA. Los cristianos de las Iglesias Libres Pentecostales están dispuestos a trabajar conjuntamente en la DEA conforme a esta base teológica y bíblica, poniendo al centro lo que es común en la fe. Se respetarán las distintas opiniones respecto a la enseñanza y las formas específicas de devoción dentro de la DEA y se dejarán de lado las diferencias con otras Iglesias y comunidades por el bien del testimonio común y el servicio en el trabajo de la Alianza. La oración de Jesús por la unidad de sus discípulos tiene para nosotros una creciente importancia, especialmente ante la creciente secularización de la sociedad.
  2. En vistas de la enseñanza sobre el Espíritu Santo y la praxis de dones espirituales (carismas), la DEA y la BFP hacen hincapié en los siguientes acuerdos y abogamos por su divulgación y aplicación práctica:
    1. Confesamos al Dios Trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo. El Espíritu Santo es indisponible y al mismo tiempo es el inmerecido regalo de Dios para los pecadores justificados. Recibimos este don con humildad y agradecimiento.
    2. El trabajo fundamental del Espíritu Santo consiste en conducirnos al reconocimiento de nuestros pecados, al arrepentimiento y penitencia genuinos y a la fe salvífica en Jesucristo. Él equipa a los fieles con dones y da la fuerza para vivir en la santidad. Da los “frutos del Espíritu” (Gal.5:22) y capacita para el ministerio. Esta visión no permite una comprensión escalonada de la salvación.
    3. Afirmamos los dones de gracia del Espíritu Santo y los ministerios, así como están señalados en el Nuevo Testamento (1Cor.12,14 y Rom.12). Estos sirven para el cumplimiento de la comisión misionera, para edificación de la comunidad y la personal. La praxis de los ministerios y dones deben estar caracterizados por el amor y la humildad, “estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo” (que es la enseñanza central sobre los dones en Fil.2 y en 1Cor.13).
    4. Los dones y sus portadores deben estar sujetos a la complementación y a la corrección. Deben dejarse medir por la revelación de Dios en la escritura. Por eso no debe dársele más importancia a los diferentes dones (por ejemplo hablar en lenguas, sanidades, discernimiento de espíritus, etc.) que a los ministerios (por ejemplo enseñanza, presidencia, evangelización, misericordia, etc.).
      1. La profecía, en sentido neotestamentario, se presenta tanto como una interpretación autoritativa de las Sagradas Escrituras para la situación actual de la comunidad y el mundo, así como palabras proféticas dadas por el Espíritu. Toda enseñanza, predicción y profecía[6] debe ser probada y juzgada por la Palabra en la Escritura.
      2. El orar y hablar en lenguas estará vinculado a la orden apostólica en 1Cor.14.
      3. Las sanidades son regalos indisponibles y gratuitos de Dios. Son señales de la victoria realizada en la cruz y del venidero reino de Dios. Sin embargo, “por fe andamos, no por vista” (2Cor.4:28[7]). Por esto, cuando en la proclamación y en el acompañamiento pastoral se suplique por sanidades, también debe quedar claro que Dios bendice y se glorifica aún en los tiempos de enfermedad.
  1. Lamentamos que los fenómenos espectaculares, como por ejemplo el “descanso en el Espíritu”[8], la expulsión de los llamados “espíritus territoriales”[9], etc., han llevado a la incertidumbre, confusión y división dentro de la comunidad de Jesús. Independiente de las diferentes apreciaciones de cada cual, estamos de acuerdo que, por el bien de la misión común en la Alianza Evangélica, no se dará lugar a tales controvertidos fenómenos. Especialmente en eventos, proyectos, y otras actividades en espacios de la Alianza Evangélica o bajo su responsabilidad.
  2. La presidencia de las Comunidades Libres Pentecostales y la directiva principal de la Alianza Evangélica Alemana están listos para trabajar en conversaciones aclaratorias sobre dificultades en el trabajo conjunto práctico a nivel local o regional.

Declaración conjunta de la asociación comunitaria evangélica de Gnadau y la asociación de Mülheim de iglesias evangélicas libres SOBRE LA “DECLARACIÓN DE BERLÍN” DE 1909 (2009)

(Gemeinsame Erklärung des Evangelischen Gnadauer Gemeinschaftsverbandes und des Mülheimer Verbandes Freikirchlich-Evangelischer Gemeinden zur „Berliner Erklärung“ von 1909)

“Cristo Jesús nos ha sido hecho por Dios para sabiduría, justificación, santificación y redención” (1 Corintios 1:30)

Hace 100 años, el 17 de septiembre de 1909, fue publicada la “declaración de Berlín”. Fue firmada por 56 personas de la Alianza Evangélica, entre los cuales hubo varios representantes de la directiva de Gnadau. Condenaba el movimiento pentecostal de aquel entonces, debido al “falso espíritu” que obraba en este. Representantes del movimiento pentecostal respondieron el 29 de septiembre de 1909 con la “declaración de Mülheim”.

Las diferentes apreciaciones hacia el movimiento pentecostal llevaron finalmente a una dolorosa división dentro del movimiento de renovación en Alemania, a raíz de los fenómenos presenciados y de la teología de santidad de Jonathan Paul. Esto imposibilitó una comunión constructiva en las siguientes décadas y en muchos lugares.

A pesar de que la “declaración de Berlín” no fue ningún documento institucional, la Asociación Comunitaria Evangélica de Gnadau y la Asociación de Mülheim de Iglesias Evangélicas Libres son, en gran medida, seguidoras de las personas responsables y entonces involucradas. A partir de los años ’70 se dieron conversaciones de intercambio en forma creciente, en las cuales se hizo patente una creciente convergencia.

Los cuerpos gobernantes de ambos movimientos, luego de un renovado intercambio fraterno, trabajo teológico e histórico y oración común, declaran:

Reconocemos en la “declaración de Berlín”, así como en la respuesta de Mülheim, una honesta lucha espiritual en un momento crítico, para evitar el perjuicio de la comunidad de Jesús. Sin embargo, estos documentos históricos no tienen ningún significado para la actual comunión entre las asociaciones de Gnadau y Mülheim. Sabemos que en los respectivos movimientos obra el Espíritu de Cristo Jesús.

Considerando los temas de ambos documentos, declaramos:

  • Defendemos juntos una enseñanza de la santidad conforme a la Biblia y la Reforma. Sobre el fundamento de la justificación mediante Cristo solamente, posibilita el Espíritu Santo el crecimiento en la santidad.
  • Promovemos un trabajo teológico que nos da juicios basados en la Biblia. Así podemos abordar adecuadamente las enseñanzas y prácticas poco saludables.
  • Alentamos a nuestras comunidades y colectividades a preguntar por el testimonio del Espíritu Santo, de sus frutos y de sus dones, a enseñar en consecuencia y a confiar en su poder.
  • Pedimos por la gracia de Dios, que nos conduce a las Sagradas Escrituras, a la obra redentora de Cristo Jesús y a una vida en el poder del Espíritu Santo. Nos sentimos conjuntamente desafiados por la situación misionera en nuestro país.

Estamos agradecidos por las distintas formas en que se expresa el trabajo conjunto entre nuestras colectividades y comunidades. Queremos seguir promoviéndolo. El terreno común de la Alianza Evangélica proporciona una base sólida para esto.

“Cristo Jesús es nuestra paz” (Efesios 2:14)

La directiva de la Asociación Comunitaria Evangélica de Gnadau

La dirección de la Asociación de Mülheim de Iglesias Evangélicas Libres

*Miembro de la Iglesia Evangélica Luterana en Concepción, Chile. Estudiante de Teología en la Comunidad Evangélica Teológica de Chile. Autor en el blog personal Protesta y Fe.

___

[1]Las declaraciones fueron traducidas de las versiones disponibles en el sitio web del Equipo Interdisciplinario sobre Movimiento Pentecostal (Interdisziplinärer Arbeitskreis Pfingsbewegung): https://www.glopent.net/iak-pfingstbewegung/Members/GerhardBially/berliner-erklaerung

[2] Gonzalez, Justo. Historia del Cristianismo Tomo 2. Unilit, 1994. Pag.348.

[3]Ver más: http://moravians.net/joomla/about-us/34-moravian-moments/231-moravian-moment-129

[4]The Journal of the European Pentecostal Theological Association (2009), pág. 30 y pág. 38. http://www.eptaonline.com/wp-content/uploads/2013/08/JEPTA-2009-1-text.pdf

[5] Según Wallmann en “Der Pietismus”, estas mujeres serían Rosamunde Juliane von Asseburg (1672-1712), Catharina Reineke (Halberstadtsche Catharina), Anna Margarethe Jhan, Anna Eva Jacobs, Magdalena Elrichs (Quedlinburger Magdalena), Anna Maria Schuchart (Erfurtische Liese), que se dieron a conocer a partir de un escrito de Petersen (1691).

[6] “Weissagung” y “prophetische Rede” son dos expresiones que en castellano se traducen indistinguiblemente como “profecía”. Sin embargo, en esta oración se ponen juntas y se hace la diferencia. “Weissagung” hace referencia a la comunicación de un suceso futuro. “Prophetische Rede” es hablar en nombre de Dios, sea para anunciar, denunciar, edificar, exhortar, consolar, etc.

[7] La referencia sería de 2Cor.5:7, pero el texto traducido señala 2Cor.4:28. No existe. No tengo claridad del por qué.

[8] “Descanso en el Espíritu”,  “sucumbir al Espíritu”, “caer bajo el poder del Espíritu”o “vencido por el Espíritu” son distintas expresiones para el fenómeno de caerse o desmayarse en experiencias carismáticas o neo-pentecostales, que se suele relacionar al movimiento apostólico-profético que nace en Toronto. El texto traducido usa la expresión “Ruhen in Geist”. Para un texto a favor que describe el fenómeno, ver “Vencido por el Espíritu” de Francis Macnutt, edición del año 2000, Eagle, Guildford, Surrey. Puede encontrar muchos textos en contra en Google, así como videos varios en Youtube.

[9] “Espíritus territoriales” conforme a la corriente de la “guerra espiritual” dentro del movimiento neo-pentecostal o neo-apostólico promovido por Peter Wagner. En Protestante Digital puede leer una crítica moderada: http://protestantedigital.com/tublog/30782/Sobre_la_corriente_Guerra_Espiritualrsquo